Francia elige a su presidente de la República en un ambiente inédito en su historia. Un candidato al Elíseo se plantea sacar a Francia de Europa. Así de surrealista se ha vuelto el panorama político europeo. Es indudable que la Unión Europea está en juego en estas elecciones más que nunca y que de la decisión final de los franceses va a depender en gran medida la suerte del resto de los europeos.
El mensaje de los miembros de la Unión y de sus instituciones no puede ser más claro y rotundo ante el reto lanzado por el Reino Unido para la negociación del Brexit. Los europeos estamos preparados para sentarnos a la mesa porque tenemos claros los objetivos y estamos unidos en la defensa de nuestros intereses comunes.
El calendario electoral de 2017 supone una auténtica carrera de obstáculos para la consolidación del proyecto europeo en forma de citas electorales en Estados miembros donde los eurófobos y las opciones populistas ponen en tela de juicio la pertenencia a la UE.
