Jesús González MateosCartas del director Jesús González Mateos

Macron pone en marcha su Europa a varias velocidades

Macron pone en marcha su Europa a varias velocidades

Lleva el presidente francés, Emmanuel Macron, semanas de divergencia con la política de consenso de los 27. Pareciera que el líder galo hubiera tomado su propio camino de la construcción europea. De hecho, no ha dudado en realizar propuestas de enorme ambición tirando del carro europeísta y dejando claro que el que vaya detrás que arree. Plantear un pilar de defensa para socios europeos sin contar con la UE; avalar los campos de refugiados e inmigrantes en el Norte de África para los Estados miembros que quieran o hablar sin ambages del presupuesto de la eurozona para quienes se apunten a él, son claros ejemplos de la intención francesa de la puesta en marcha de la primera velocidad de la Unión.

Merkel, la soledad de una europeísta de fondo

Merkel, la soledad de una europeísta de fondo

La canciller alemana, Angela Merkel, vive sus horas políticas más difíciles. Sus socios de coalición bávaros de la CSU le han dado un ultimátum de dos semanas para corregir lo que en su opinión es una equivocada política de refugiados e inmigración. Una crisis que puede afectar al gobierno que costó más de cinco meses formarse y que podría derivar en nuevas elecciones en Alemania de incierto resultado. La decana de los líderes europeos, nacida en el Este germano en la época de la dominación soviética, hija política de Helmut Kohl y heredera de su europeísmo convencido, sabe bien lo que la unificación alemana debe al conjunto de los europeos. Pero la memoria de los pueblos y sus gentes es tan débil, como egoísta es la condición humana cuando se trata de demostrar al extranjero pobre su solidaridad. La mujer que ha resistido los embates de todas las crisis que han afectado a la Unión Europea en la última década, se ve ahora una vez más obligada a hacer frente a la ola de xenofobia que recorre Europa en su suelo patrio. Luchó por la supervivencia del euro, errada o no, con sus políticas de equilibrio presupuestario y fue la primera en ver la necesidad de acoger a los millones de seres humanos que huían del drama de la guerra en Siria.

Culpables y responsables del drama del 'Aquarius'

Culpables y responsables del drama del 'Aquarius'

Un buque cargado de 629 migrantes y refugiados rescatados en las aguas del Mediterráneo ha puesto una vez más ante el espejo de la ignominia a la sociedad europea en su conjunto. Hombres, mujeres, cientos de niños y madres embarazadas, veían truncado su sueño extremo de alcanzar Europa para salvar sus vidas, cuando el ministro del interior y viceprimer ministro italiano, Matteo Salvini, prohibía su desembarco en territorio transalpino. La reacción del presidente español, Pedro Sánchez, de ofrecer Valencia como puerto seguro para el “Aquarius”, significaba un gesto humanitario encomiable y, a la vez, la prueba de la falta de una política común en la UE sobre inmigración y fronteras. Una crisis humanitaria más, como tantos y tantos días en los bordes de la rica Europa, que pone a prueba la capacidad de la solidaridad y la defensa de los derechos humanos de nuestra Unión, frente a los desmanes xenófobos de los políticos populistas que se están haciendo con el poder en buena parte de nuestros Estados miembros.

La fe europeísta del Gobierno de Sánchez

La fe europeísta del Gobierno de Sánchez

Esta semana han prometido sus cargos las ministras y ministros del nuevo Gobierno español de Pedro Sánchez nacido tras el éxito de la moción de censura presentada al presidente Rajoy. Nuevo tiempo político, nueva imagen, nueva intención, pero ningún cambio en la decidida apuesta española por el proyecto europeo. Una apuesta descarada del nuevo Ejecutivo por la Unión con cara y ojos en las personas de su ministro de Exteriores, José Borrell, ex presidente del Parlamento Europeo; de Nadia Calviño, hasta ahora directora general de Presupuestos de la Comisión Europea o de Luis Planas, que lo ha sido todo en las instituciones europeas y actualmente era secretario general del Comité Económico y Social Europeo. De esta forma, a diferencia de Italia cuyos intentos de formar gobierno desde posiciones eurófobas no cejan, en España se abre una etapa que, sea corta o larga, reafirma con mayúsculas la hoja de ruta europea del gobierno español.

La crisis del cuadrilátero europeo: Italia y España en la cuerda floja

La crisis del cuadrilátero europeo: Italia y España en la cuerda floja

Hace un año, cuando Macron se hizo con la presidencia del República francesa, pensábamos que la crisis de las instituciones europeas había salvado su escollo más grave. Sin embargo, en estos momentos a escasas fechas del trascendental Consejo Europeo de finales de junio, la realidad es que de las cuatro grandes potencias de la Unión Europea – descontando la salida del Reino Unido el año que viene – Italia parece incapaz de formar un gobierno y si lo hace será antieuropeísta y España ha entrado en una crisis gubernamental también de primer orden con la moción de censura de Pedro Sánchez contra Mariano Rajoy.

Enseñar a ser europeos en la escuela, la mejor forma de construir la Europa unida

Enseñar a ser europeos en la escuela, la mejor forma de construir la Europa unida

El 9 de mayo se celebra cada año el Día de Europa y, sin embargo, tras más de cincuenta años de proyecto de construcción europea no hemos sido capaces de declarar fiesta oficial esta fecha en los calendarios laborales de los Estados miembros. Todo un síntoma de una enfermedad: la Unión Europea es una realidad secundaria, una especie de complicidad o alianza táctica sin la necesaria esencia de identidad. Si no nos sentimos europeos difícilmente defenderemos la UE como algo propio, de ahí la importancia de la decisión adoptada esta semana en el seno del Consejo de Ministros de Educación, Cultura, Juventud y Deportes que a propuesta de España ha aprobado la celebración del día de Europa en los colegios de los 27.

Gobierno bipolar en Italia, la guinda del pastel en la crisis de la UE

Gobierno bipolar en Italia, la guinda del pastel en la crisis de la UE

Escribo en modo preventivo, pues, hablando de Italia y su gobernabilidad nunca se sabe que puede pasar. Conviene, por tanto, no adelantarse a los acontecimientos pero si, como parece, se forma un Gobierno de la Lega de Mateo Salvini y Movimiento 5 Stelle de Luigi di Maio estaremos ante una nueva crisis en el seno del Consejo Europeo. La extrema derecha y la extrema izquierda negocian, con la abstención de Berlusconi, verdadero cómplice de la situación, planean retrasar los relojes de la Unión a antes del Tratado de Maastricht, cuando no existía la moneda común, ni la política de convergencia en déficit. La tercera potencia europea a 27 – sin el Reino Unido – puede poner patas arriba el tablero de la Unión.

Presupuestos de la UE: el ejercicio de la cuadratura del círculo

Presupuestos de la UE: el ejercicio de la cuadratura del círculo

Habemus presupuestos, por fin conocemos la propuesta del Marco Financiero Plurianual (MFP) de la Comisión Europea para el periodo 2021-2027. Y como no podía ser de otra forma, cuando se afronta el difícil ejercicio de la cuadratura del círculo, no ha contentado a nadie. Para los grupos políticos del Parlamento Europeo, en general, poco ambicioso y para los Estados miembros, para unos demasiado costoso y para otros excesivamente restrictivo.

La Unión Europea y el síndrome del día de la marmota

La Unión Europea y el síndrome del día de la marmota

Hace un año la Unión salvaba uno de los órdagos históricos en el juego de la construcción europea que ya se alarga por más de 60 años: Francia votaba a Macron y alejaba la amenaza de la ultraderecha en el poder. Sin embargo, aquel soplo de alivio no se ha consolidado en avances concretos que propicien que hoy tengamos más y mejor Europa. Pareciera como que resuelto el vértigo, los mandatarios europeos se hubieran instalado en una absurda zona de confort que multiplica los riesgos a futuro.

Macron: la dificultad de pasar de las palabras a los hechos

Macron: la dificultad de pasar de las palabras a los hechos

Esta semana ha comparecido ante el Parlamento Europeo en su sesión plenaria de Estrasburgo el presidente de la República francesa, Emmanuel Macron. Un discurso, como suele ser habitual en él, plagado de referencias fervientemente europeístas y de grandes palabras en pro de la construcción europea. Tanto que el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, en su intervención certificó “Francia ha vuelto”. Sin embargo, su intervención adoleció de concreción, de reformas y medidas que alumbren el camino del fortalecimiento del espacio común en los albores de la salida de uno de los grandes miembros de la Unión como es el Reino Unido. Hace un año que Macron salvó a Europa de la amenaza de la ultraderecha francesa. Todas las esperanzas se pusieron entonces en su capacidad para acometer reformas primero en su país y en ser motor del eje franco-alemán para salir de la crisis que la UE vive.