Jesús González MateosCartas del director Jesús González Mateos

Europa se instala en la multicrisis

Europa se instala en la multicrisis

El próximo mes de mayo tendrán lugar las elecciones europeas que se van a celebrar en un marco de situación de al menos diez crisis, en lo que podemos denominar “la multicrisis” europea”. Los sondeos previos predicen una gran fragmentación del voto, lo que conformaría una Eurocámara desconocida desde su fundación. Al menos seis grupos tendrán presencia relevante: Populares, Conservadores, Liberales, Ultraderecha, Socialistas, Verdes e Izquierda Unitaria. Para conformar mayorías europeístas se necesitarán tres o cuatro de ellas. Está en juego la estabilidad misma del proyecto europeo, e incluso, la posibilidad de que desaparezca si las fuerzas contrarias a la UE son capaces de alcanzar una minoría de bloqueo que asfixie a las instituciones europeas. A este amplio repertorio de crisis nos enfrentamos:

El mapa de la ultraderecha europea

El mapa de la ultraderecha europea

En España acabamos de caernos del guindo al descubrir que la ultraderecha está entre nosotros. Algo que el conjunto de los europeos viene experimentando a lo largo de la última década. Por eso conviene poner en contexto la irrupción tan sorprendente como determinante de Vox en el Parlamento andaluz en función del mapa que las fuerzas de ultraderecha ocupan actualmente en la Unión Europea. Un mapeo que nos descubre la verdadera penetración y fortaleza de los partidos eurófobos y que son un punto de partida de cara a las elecciones europeas del próximo mes de mayo. Conviene saber los porcentajes que han alcanzado en los Estados miembros, así como a que Gobiernos apoyan o con quien gobiernan en coalición.

Europa necesita un nuevo contrato social

Europa necesita un nuevo contrato social

Las múltiples crisis a las que Europa se ha tenido que enfrentar en la última década demuestran la necesidad de una reforma en profundidad del proyecto de construcción europea si queremos evitar que en cualquiera de las próximas emergencias, el edificio salte por los aires. Estamos hablando del relato que da sentido a la Unión y que es anterior a cualquier cambio institucional. Primero tenemos que establecer un fuerte consenso sobre la Europa que queremos, en vez de poner un parche a cada paso que damos. Y eso requiere anteponer la colaboración a la competencia; lo social sobre lo individual; los planteamientos circulares como solución a los crecimientos lineales y la visión multilateral del mundo frente a los proteccionismos.

¿Qué hace Europa por mí?

¿Qué hace Europa por mí?

La pregunta que todos nos hacemos alguna vez cuando se reúnen los líderes europeos o recibimos noticias desde Bruselas, más o menos incomprensibles, referidas a las instituciones europeas, es ¿qué hace Europa por mí? Ese grado de utilidad de una organización supranacional a la que hemos cedido gran parte de nuestra soberanía, resulta muy difícil de objetivar y es, en buena medida, uno de los principales problemas a la hora de vender en positivo la Unión Europea. Todo lo relativo a Europa es demasiado lejano y complejo como para salir a las calles a defenderlo. De ahí que los esfuerzos de las instituciones vayan encaminados ante las elecciones europeas del próximo mes de mayo a acercar esa realidad a los ciudadanos en su nivel de cercanía, el regional o local. En esa línea el Parlamento Europeo ha puesto en marcha una web (www.what-europe-does-for-me.eu) para que podamos saber con precisión lo que a UE está haciendo en aspectos concretos que nos afectan a nuestra vida diaria.

Brexit en el laberinto de Alicia en el país de las maravillas

Brexit en el laberinto de Alicia en el país de las maravillas

El acuerdo técnico alcanzado esta semana entre la Unión Europea y el Reino Unido para la puesta en marcha del Brexit se produce en el último minuto, contrarreloj y al límite de las posibilidades de los técnicos negociadores de uno y otro bando. Podríamos decir que desde un punto de vista realista es el único acuerdo posible. Pero además, es un acuerdo entre la UE y Theresa May, que se ha lanzado a su propia piscina sin saber si hay agua. Se enfrenta ahora a su propio Gobierno, a su partido Conservador y la presión mediática pro Brexit para poder aprobarlo. La verdad es que ni el propio Lewis Carroll habría sido capaz de mejorar su narrativa de “Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas”, en comparación de la novela del género sinsentido, que están escribiendo las autoridades británicas en su peripecia en el laberinto del Brexit.

Weber, la opción más conservadora de los populares para frenar a los ultras

Weber, la opción más conservadora de los populares para frenar a los ultras

El Congreso del Partido Popular Europeo PPE celebrado esta semana en Helsinki planteaba un tremendo dilema a los mandatarios conservadores europeos: optar por un candidato y un programa escorado a la derecha para tratar de frenar el aumento del voto a las opciones eurófobas de ultraderecha o buscar el centro liberal como espacio de movilización del voto europeísta. Finalmente, además de la disquisición ideológica, pesó de forma determinante el apoyo claro al alemán Manfred Weber de su compatriota la Canciller Ángela Merkel. El partido más votado en los pasados comicios europeos se lanza así el primero a la carrera electoral de mayo de 2019, con la intención de revalidar resultados, pero sobre todo, con la difícil encomienda de conformar en el Parlamento Europeo una mayoría estable que permita seguir adelante con el proyecto de construcción europea.

Los Verdes como factor sorpresa

Los Verdes como factor sorpresa

Mucho se habla y escribe sobre el imparable ascenso de los partidos ultraderechistas en la Unión Europea y, por el contrario, muy poco se dice del otro fenómeno político emergente que se viene produciendo elección tras elección. Me refiero al incremento del voto Verde, el concedido a formaciones políticas, que si bien tuvieron su origen doctrinal en los partidos ecologistas de los albores del siglo XXI, pasadas dos décadas han reformulado sus posiciones y modernizado sus estructuras, ofreciendo un discurso nuevo que está calando en el electorado europeo. Si los neofascistas son decididamente eurófobos y contrarios a la UE, los Verdes son claramente europeístas y partidarios de la construcción europea. Parece que el bipartidismo tradicional que surgió después de la II Guerra Mundial, basado en la alternancia en los Gobiernos del centro derecha, liberales o democristianos, y la socialdemocracia, toca a su fin. Podríamos decir que irrumpe un mapa a cuatro con dos nuevos actores: uno por la derecha y otro por la izquierda, con la Ultraderecha y los Verdes como protagonistas enfrentados.

¿Quo vadis Italia?

¿Quo vadis Italia?

La decisión de esta semana de la Comisión Europea de rechazar de plano los Presupuestos Generales enviado por el Gobierno italiano, supone un precedente en la historia de la construcción europea, pero sobre todo, un desafío del Ejecutivo bipolar de ultraderecha y ultraizquierda transalpino al euro y a la estabilidad misma de la Unión. La respuesta de Bruselas a unas cuentas que frente al 1,6% pactado de déficit, disparaba el diferencial de ingresos y gastos al 2.4%, ha sido contundente por boca del comisario de Economía, Pierre Moscovici: “Hay una desviación clara, aguda, asumida e incluso reivindicada”. Parece difícil que en el entorno preelectoral en el que se mueve la política en Italia y a escasos meses de las elecciones europeas, donde Marco Salvini, que pretende presentar una plataforma de líderes y partidos eurófobos, que Roma corrija sustancialmente los presupuestos.

Consejo Europeo de octubre: Brexit y migración en 'impasse' total

Consejo Europeo de octubre: Brexit y migración en 'impasse' total

Europa se ha instalado en el día de la marmota. Las instituciones y los líderes europeos llevan más de un año en un auténtico punto muerto en torno a las dos cuestiones que atenazan el futuro de la Unión Europea: el Brexit y la crisis migratoria. La primera tiene fecha límite para su resolución, el miércoles 29 de marzo de 2019; la segunda, tiene el peso de la tragedia diaria vivida por los seres humanos que tratan de huir de la muerte y encontrar un futuro digno en nuestro espacio de libertades, amenazado por las opciones xenófobas antieuropeístas. Las dos crisis de enorme calado suponen el riesgo más cierto de acabar con el proyecto de construcción común. El Consejo Europeo celebrado esta semana en Bruselas no ha hecho sino repetir la falta de soluciones constatada en la reunión informal de hace unas semanas de Salzburgo. Ningún avance significativo.

Europa declara la guerra a la contaminación de los coches

Europa declara la guerra a la contaminación de los coches

El pasado lunes se presentaba el Informe de Cambio Climático (IPCC) que elabora anualmente Naciones Unidas. Las conclusiones de sus expertos científicos no dejan lugar a dudas respecto al irreversible daño que estamos causando al planeta con los modos y manera de vida de nuestra era industrial. Solo un día después, el martes, el Consejo de Ministros europeo de Medio Ambiente acordaba reducir en un 35% las emisiones de CO2 para el año 2030. Tras 13 maratonianas horas de reunión, la Unión Europea ha dado un nuevo paso para colocarse a la vanguardia mundial en la batalla por la defensa la sostenibilidad de la vida en la Tierra. Los coches, primeros causantes del efecto contaminante, son los principales afectados por la medida, con el consiguiente impacto en la industria automovilística europea.