El incendio que destruyó la semana pasada el campo de refugiados de Moria, el mayor de Europa, precipitó que se incluyera como punto en la agenda de la sesión plenaria. Los eurodiputados han protestado ante las condiciones de vida de los refugiados y han reclamado al Consejo y a los Estados que den un paso al frente y respeten los derechos humanos. En Moria residían más de 12.000 personas.