El pilar europeo de derechos sociales establece 20 principios y derechos clave esenciales para mercados laborales y sistemas de bienestar justos, y propone, los objetivos principales de empleo, competencias y protección social para la UE con la idea de alcanzarlos en 2030. Además, la Comisión ha presentado, en relación a este pilar, una Recomendación de apoyo activo al empleo tras la crisis de COVID-19 (EASE).
Los últimos datos de paro publicados por Eurostat dejan a España como líder en desempleo de la Unión Europea. Los resultados de junio de 2020 muestran un 15,6% de paro y un 40,8% de paro juvenil. Unos números que contrastan con los del resto de Europa. El paro en la zona euro es del 7,8% mientras que en la UE es del 7,1%. El desempleo juvenil es del 17% en la zona euro y el 16,8% en el conjunto de la UE.
El aumento de nuevos casos de coronavirus en entornos laborales con fuerte presencia de temporeros ha provocado que la Comisión Europea publique unas pautas para garantizar la salud y los derechos del colectivo. Entre las recomendaciones, pide que se tomen las medidas necesarias para garantizar un trabajo digno, que se implanten campañas de concienciación y que se refuercen las inspecciones sobre el terreno.
Las características del mercado laboral español hacen que sus trabajadores sean los más propensos a poder contagiarse de coronavirus en su puesto de trabajo. Esta es una de las conclusiones que se extraen de un estudio realizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que apunta a que un 56% de los trabajadores españoles están en riesgo. En el otro extremo, se encuentra Luxemburgo, donde tan solo el 39,3% están expuestos a condiciones que propicien el contagio.
Ampliar hasta los 29 años el sistema de Garantía Juvenil, instar a los Estados miembros a invertir en la creación de empleo juvenil y apostar por habilidades laborales que se adapten a un mundo más verde y digital. Con ello la Comisión Europea busca poner la tirita antes que la herida se haga más profunda e intenta evitar la pérdida de empleo entre los menores de 30 años. Algo que no sucedió en la crisis de 2008.
Este lunes Eurostat, la Oficina de Estadística de la Unión Europea, ha publicado los últimos datos de desempleo del bloque comunitario. Unas cifras optimistas que presentan la tasa de paro más baja desde enero del 2000 y no recogen, por el momento, efecto alguno de la inminente desaceleración económica. España, sin embargo, continúa a la cola de Europa en estas estadísticas a pesar de que las cifras continúan mejorando.
La calidad del empleo y las condiciones laborales no son las mismas en todos los países de la Unión Europea. Tras la crisis económica sufrida, en líneas generales todo apunta a que los Veintiocho siguen recuperándose: cada vez hay más empleados y la tasa de paro disminuye. Sin embargo, hay importantes diferencias entre Estados miembros. Con motivo del 1 de mayo, Día del Trabajador, Aquí Europa revisa la situación en la región.
El desempleo sigue bajando en los Estados miembros y en la zona euro. Los países de la UE tienen en junio el 6,9% de paro, siete décimas menos que en 2017, siendo la cifra más baja desde mayo de 2008. La zona euro obtiene un dato del 8,3%, reduciéndose otras siete décimas. España es el que tiene mayor tasa, con un 15,2% y 3,45 millones de parados, aunque es 1,8 puntos menos que en junio de 2017. El desempleo juvenil y el femenino sigue siendo el más alto de toda Europa.
Magdalena Valerio, ministra española de Trabajo, se ha estrenado hoy en Luxemburgo en el Consejo de ministros del ramo. Valerio espera que un acuerdo de todas las fuerzas políticas sobre la reforma de las pensiones haga que Bruselas sea más “proclive” a aceptarlo.
España es el tercer país de la Unión Europea donde los jóvenes sin empleo estarían dispuestos a cambiar de país para encontrar un trabajo: el 64% así lo harían. Solo le adelantan los portugueses (71%) y los suecos (66%). Por otro lado, los malteses (27%), holandeses (31%) y chipriotas (32%) serían los más escépticos a dar este paso, según la Oficina de Estadística de la UE (Eurostat).
La Comisión Europea ha publicado hoy su informe anual sobre el Fondo Europeo de Adaptación a la Globalización. Bruselas defiende que el Fondo es una “muestra emblemática de la solidaridad europea”, y que ha ayudado a casi 20.000 trabajadores a adaptarse al nuevo contexto tras la crisis económica y financiera.
Tras más de 12 horas de reunión, los ministros de Empleo de los Estados miembros lograron anoche un frágil acuerdo para la reforma de la directiva de los trabajadores desplazados. Gracias a un acuerdo entre España y Francia respecto a su aplicación al sector del transporte por carretera, se logró un principio de compromiso, aunque países como Irlanda y varios del Este se opusieron.
El Consejo de Empleo, Política Social, Sanidad y Consumidores del próximo lunes se verá polarizado por la cuestión de los trabajadores desplazados. El Consejo está dividido en dos bandos respecto a la aplicación de la misma a los transportistas. Para España, los umbrales propuestos por la Comisión no son suficientes, y Francia no permitirá “el dumping social” en el sector. Pese a ello, todos confían en llegar a un acuerdo.
La comisión de Empleo del Parlamento Europeo ha aprobado un borrador del reglamento para garantizar que los trabajadores desplazados están mejor protegidos y reciben la misma remuneración que los trabajadores locales. La propuesta de los eurodiputados es que, si el desplazamiento es superior a 24 meses, las condiciones laborales del país de destino se deberán aplicar al trabajador desplazado.
En la actualidad existen 235,4 millones de personas empleadas en la UE, el mayor índice jamás registrado, según ha informado hoy Bruselas. El último informe sobre empleo de la Comisión Europea apunta a que hay brotes verdes en el mercado laboral. Marianne Thyssen, comisaria de Empleo, ha celebrado estos “resultados alentadores”, aunque sin descuidar que las tasas de desempleo juveniles siguen siendo “demasiado altas”.
El paro en la zona euro se ha mantenido durante agosto en el 9,1%, en mínimos desde febrero de 2009, según ha informado la Oficina Europea de Estadística (Eurostat). En el conjunto de la Unión Europea ha descendido del 7,7% al 7,6%, el mejor registro desde noviembre de 2008. España ha registrado el tercer mayor cambio interanual, solo por detrás de Chipre y Grecia.
El Ejecutivo comunitario ha anunciado hoy una ronda de contactos con sindicatos y otros actores sociales para avanzar en el Pilar Social, concretamente en la tarea de lograr contratos laborales más “justos y predecibles”. El objetivo de la Comisión Europea es revisar la normativa europea sobre contratos de trabajo para dar cabida también a otro tipo de empleos, como los eventuales o los trabajos por cuenta propia.
El empleo ha crecido un 0,4% en la zona euro y en la UE durante el segundo trimestre de 2017, según recoge Eurostat. En comparación con el mismo periodo de 2016, el incremento es de 1,6% y 1,5% respectivamente. Por países, Malta, España, Grecia y Polonia son los que más crecen, mientras que Croacia, Letonia, Rumanía y Estonia registran los mayores descensos. 235,4 millones de personas trabajan en la UE actualmente.
234 millones de personas tienen empleo en la UE. Es la cifra más alta en la historia de la Unión, de acuerdo con el estudio anual sobre la evolución social y del empleo 2017 presentado hoy. Sin embargo, aumenta la brecha intergeneracional y la doble carga que los jóvenes europeos soportan. “Esto no es lo que queremos. Es necesario actuar con rapidez”, ha señalado Marianne Thyssen, comisaria de Empleo.
Fátima Báñez, ministra de Empleo, ha anunciado hoy en Luxemburgo que presentará la semana que viene una ayuda de 430 euros mensuales durante un año para jóvenes inscritos en el Sistema de Garantía Juvenil que consigan un contrato de prácticas y formación. La inversión se enmarcará en una partida de 500 millones de euros de los Presupuestos Generales de 2017.
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