Una buena acogida por el acuerdo –casi- unánime sobre neutralidad climática para 2050. Un buen tirón de ojos por el impasse de las negociaciones presupuestarias y la “inaceptable” propuesta finlandesa. Una despedida calurosa a los eurodiputados británicos a favor de la permanencia y un mensaje al nuevo capítulo que se abre entre Bruselas y Londres en torno a la relación futura. La Eurocámara ha pasado este miércoles revista a la última cumbre europea.