El Consejo de Asuntos Generales abordó este martes el vínculo entre la política de cohesión y la Agenda Estratégica de la UE para 2024-2029, que será adoptada por el Consejo Europeo en la Cumbre del 27 y 28 de junio. El Consejo discutió cómo garantizar que la política de cohesión siga contribuyendo a los objetivos estratégicos del bloque, subrayando su importancia en la cohesión social y regional, la elaboración de la agenda estratégica y el próximo marco financiero plurianual. La comisaria europea de Cohesión y Reformas, Elisa Ferreira, destacó que, desde la ampliación de la UE en 2004, los países han experimentado mejoras significativas en su PIB y renta per cápita gracias a la política de cohesión, reconocida por el Banco Mundial como una "máquina de convergencia". Ferreira enfatizó la relevancia de esta política para los países candidatos, resaltando su papel en mejorar la calidad de vida, la solidaridad y la buena gobernanza. También abordó las lagunas de desarrollo en la UE, señalando que la política de cohesión es crucial para superar problemas como la fuga de cerebros y la falta de ecosistemas de innovación. Durante los debates, los ministros insistieron en la necesidad de que todas las regiones de Europa participen activamente en la implementación de la agenda de la UE para asegurar la prosperidad de sus ciudadanos. Conclusiones del Consejo sobre el noveno informe sobre la cohesión El Consejo también adoptó conclusiones sobre el noveno informe sobre cohesión, publicado el pasado 27 de marzo. Los ministros destacaron que la cohesión es esencial para la competitividad del mercado único europeo, especialmente frente a competidores globales como China y Estados Unidos. Enfatizaron que todas las regiones y ciudadanos de Europa deben movilizarse para alcanzar estos objetivos, mencionando la importancia de la plataforma de tecnologías estratégicas para llevar la tecnología digital, verde y biotecnología a todos los territorios europeos. Ferreira señaló que los nuevos retos requieren nuevas ideas y soluciones adaptadas a cada territorio. Abogó por un sistema de ejecución modernizado y simplificado, sin centralización excesiva, y enfatizó que las inversiones deben estar vinculadas a reformas estructurales pertinentes para la cohesión. El Consejo también subrayó la necesidad de mejorar la gobernanza y la capacidad administrativa para gestionar las inversiones y diseñar estrategias de desarrollo. Destacó la importancia de mantener la flexibilidad de la política de cohesión para responder a crisis imprevistas y nuevos retos, manteniendo al mismo tiempo un marco estable para el desarrollo a largo plazo.
