360 grados: Orban claudica en la ayuda de la UE a Ucrania

Ya se sabe que el primer ministro húngaro, Vicktor Orban, no le pone fácil a la UE apoyar algunas iniciativas. En el caso de un préstamo conjunto para financiar una ayuda a Ucrania por valor de 50.000 millones de euros, el pasado mes de diciembre, Orban reiteraba su rechazo a auxiliar a un país que todavía sufre las consecuencias de una guerra."No queremos un crédito conjunto", dijo entonces, al considerar que el citado crédito sería una medida "destructora" para el presupuesto comunitario. Sin embargo, las presiones de las últimas semanas han sido tal que el mandatario húngaro ha claudicado y Hungría ha levantado su veto al paquete de ayuda a Ucrania durante los próximos cuatro años a cambio de concesiones menores.

En un corto encuentro del Consejo sobre este tema y varias reuniones previas preparatorias, el líder húngaro dio la sorpresa y apoya la iniciativa de apoyo a Hungría a cambio de no vetarla cada año, aunque si tendrá la posibilidad de revisar el desembolso de las ayudas de manera anual.

En las conclusiones del último Consejo Europeo se subraya la necesidad de garantizar, junto con los socios, un apoyo financiero estable, previsible y sostenible a Ucrania para el período 2024-2027. Para contribuir a la recuperación, reconstrucción y modernización del país, fomentar la cohesión social y la integración progresiva en la Unión, con vistas a una posible adhesión futura a la Unión, se creará un Mecanismo para Ucrania para el período 2024-2027.

Además, el texto de conclusiones abre la puerta a una revisión general del presupuesto dentro de dos años si la unanimidad de las capitales así lo dicta. Algo que parece muy difícil de conseguir.

El documento también recuerda que el mecanismo pactado en el año 2020 sobre el Estado de derecho y que permite la congelación de los fondos si un país no respeta el Estado de derecho debe realizarse de manera proporcionada.

Una referencia que no exime a Hungría de continuar con los fondos retenidos. Aunque estas concesiones del club de los Veintisiete pueden parecer insuficientes, permiten a Orban hacer creer que su cesión es un triunfo para su país.

De hecho ya ha manifestado: “Misión cumplida. Los fondos de Hungría no acabarán en Ucrania y tenemos un mecanismo de control al final del primer y segundo año. Nuestra posición sobre la guerra en Ucrania sigue siendo la misma: necesitamos un alto el fuego y conversaciones de paz”.

Por su parte, el presidente del Consejo, Charles Michel, que este paquete financiero asegura una “financiación firme, predecible y a largo plazo para Ucrania”. Justo lo que los Veintisiete querían, ante el temor de una sucesión de vetos constantes por parte de Hungría. “Hoy Europa se hace más fuerte”, ha celebrado la presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen.

Y la reacción de Ucrania a esta iniciativa de la UE ha llegado por boca de su presidente, Volodimir Zelenski, ha expresado su agradecimiento por esta luz verde y ha subrayado que una acuerdo a Veintisiete ejemplifica la “unidad europea”.

Ucrania necesita dinero de manera imperiosa para que el país pueda seguir funcionando y estas necesidades se han incrementado tras el bloqueo de fondos en el Congreso de Estados Unidos.