Europa es una palabra breve, inmensa en su significado, como continente. Viejo, es una adjetivo manoseado, desposeído, en su franqueza, en realidad significa experiencia, Historia, pasado, y eso pesa, condiciona, como la edad, o las frases echas. La Unión adquiere esos significados, para liberar el entendimiento político, la verdadera unión económica, a sociedades diversas, plurales, democráticas, dispuestas a ceder para concordar y a acordar para avanzar en la paz, aún sometidos a una guerra ilegítima -¿cabe lo contrario?-, a desigualdades, a mafias, a terrorismo, a dolorosas migraciones. Pero, aún así, herida, la Dama sabe por su dilatada experiencia, y atiende en sus posibilidades a 27 vástagos que crecen en bienestar y lo comparten de manera solidaria, en esencia de forma justa, equitativa, restañando en lo posible desigualdades y casi en lo imposible. Quizás el mejor ejemplo para Iberoamérica.