Países Bajos quiere lograr "una pronta exclusión" de las normas de asilo de la UE

El gabinete cuatripartito de los Países Bajos ha anunciado su compromiso de implementar "el régimen de asilo más estricto jamás visto", con el objetivo de frenar la inmigración irregular. El primer ministro neerlandés, Dick Schoof, ha reafirmado que el Gobierno solicitará "lo antes posible" una cláusula de exclusión voluntaria de las normas de migración y asilo de la Unión Europea, una medida sin precedentes para un Estado miembro fundador. Este plan, anunciado en julio tras la toma de posesión de Schoof, ha sido calificado por algunos expertos como simbólico y poco realista. La propuesta enfrenta enormes dificultades, ya que requeriría modificar una legislación europea delicada y podría abrir la puerta a peticiones similares de otros países. Es improbable que otras naciones del bloque apoyen el deseo de La Haya, ya que la exclusión de los Países Bajos del sistema migratorio europeo podría desencadenar una oleada de solicitantes de asilo hacia países vecinos, creando un escenario de crisis. A pesar de las escasas probabilidades de éxito, la propuesta representa un nuevo desafío por parte de un país de la UE a las leyes establecidas, en un esfuerzo desesperado por controlar la inmigración irregular. Esta postura sigue a la reciente decisión de Alemania de reintroducir controles fronterizos en sus nueve fronteras terrestres, lo que genera dudas sobre el futuro del espacio Schengen. En este contexto, la propuesta neerlandesa refleja una creciente preocupación dentro de algunos países europeos sobre la capacidad del sistema migratorio común para responder eficazmente a la presión migratoria. El Gobierno de los Países Bajos anunció su intención de solicitar a Bruselas, "lo antes posible", una cláusula de exclusión voluntaria de la normativa europea sobre asilo y migración, según lo establecido en el programa gubernamental presentado el viernes por la tarde. Mientras espera la respuesta, el programa afirma que el país se enfocará en aplicar el 'Nuevo Pacto sobre Migración y Asilo', la reforma adoptada por la UE en mayo tras casi cuatro años de negociaciones. Este pacto introduce un sistema de "solidaridad obligatoria" que permite a los países reubicar a solicitantes de asilo, pagar 20.000 euros por cada uno que rechacen o financiar el apoyo operativo. Según el programa neerlandés, los Países Bajos optarán por el apoyo financiero en lugar de la acogida. La Comisión Europea, anticipándose al anuncio neerlandés, subrayó que todos los Estados miembros deben cumplir con las normas vigentes y que cualquier solicitud de excepción debe negociarse antes de la aprobación de dichas normas, no después. "Hemos adoptado la legislación. En la UE no se opta por no cumplir la legislación adoptada", afirmó un portavoz el viernes. En mayo, los Países Bajos votaron a favor de todas las leyes que conforman el Nuevo Pacto, cuyo periodo de implementación se extenderá por dos años. Antes de que finalice el año, todos los Estados miembros, incluidos los Países Bajos, deben presentar sus planes para la aplicación de las nuevas normativas, detallando las medidas administrativas, operativas y jurídicas que adoptarán. El plan presentado el viernes fue acordado por los cuatro partidos que forman la coalición gobernante en los Países Bajos: el PVV (extrema derecha), el VVD (conservador-liberal), el BBB (populista) y el NSC (centro-derecha). El primer ministro Dick Schoof, de perfil tecnócrata y sin afiliación partidista, fue elegido como figura de consenso para liderar la nueva etapa política del país. La propuesta de exclusión voluntaria forma parte de un capítulo más amplio sobre inmigración, que abarca una serie de medidas destinadas a establecer el "régimen de asilo más estricto de la historia", una de las principales promesas del gabinete actual. El Gobierno argumenta que los Países Bajos ya no pueden gestionar la "gran afluencia" de solicitantes de asilo que llegan en busca de protección internacional, muchos de los cuales entran en la UE a través de otros Estados miembros y luego cruzan fronteras hasta llegar a territorio neerlandés. En 2023, el país recibió a unos 48.500 solicitantes de asilo y sus familiares, siendo los sirios, turcos, yemeníes, somalíes y eritreos las nacionalidades más comunes. El programa gubernamental incluye la introducción de legislación de emergencia con poderes ampliados para congelar las solicitudes de asilo y deportar, "incluso por la fuerza", a quienes no cuenten con permiso de residencia. También se contempla el retorno de los solicitantes de asilo a sus países de origen en cuanto se consideren "seguros", una medida que ha sido criticada por organizaciones no gubernamentales. Además, los Países Bajos planean colaborar con "países afines y vecinos" para gestionar posibles aumentos repentinos en la llegada de inmigrantes irregulares y establecer un "mini espacio Schengen" que intensifique la vigilancia y seguridad en las fronteras.

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