Los combustibles sintéticos podrán seguir usandose después de 2035

Los coches con motor de combustión se dejarán de vender en 2035 tras la aprobación definitiva por parte de los ministros de Transporte y Energía. El nuevo Reglamento para el despliegue de infraestructuras de combustibles alternativos (AFIR) establece objetivos obligatorios de despliegue de infraestructuras de recarga eléctrica y repostaje de hidrógeno para el sector del transporte por carretera, para el suministro de electricidad en tierra en puertos marítimos y vías navegables interiores, y para el suministro de electricidad a aeronaves estacionarias. Al establecer un mínimo de infraestructuras de recarga y repostaje en toda la UE, el Reglamento pondrá fin a la preocupación de los consumidores por la dificultad de recargar o repostar un vehículo. AFIR también allana el camino para una experiencia de recarga y repostaje fácil de usar, con total transparencia de precios, opciones comunes de pago mínimo e información coherente al cliente en toda la UE.

Las nuevas normas AFIR garantizarán una infraestructura de combustibles alternativos suficiente y de fácil uso para el transporte por carretera, marítimo y aéreo. Esto permitirá el uso de vehículos de carretera con cero emisiones, en particular los vehículos ligeros y pesados eléctricos y de hidrógeno, así como el suministro de electricidad a buques amarrados y aeronaves estacionarias.

La infraestructura de recarga para coches y furgonetas tiene que crecer al mismo ritmo que la adopción de vehículos. Para ello, por cada coche eléctrico de batería matriculado en un Estado miembro determinado, la infraestructura de recarga accesible al público deberá proporcionar una potencia de 1,3 kW. Además, a partir de 2025, cada 60 km a lo largo de la red transeuropea de transporte (RTE-T) deberán instalarse estaciones de recarga rápida de al menos 150 kW.

Las estaciones de recarga dedicadas a vehículos pesados con una potencia mínima de 350 kW deberán instalarse cada 60 km a lo largo de la red principal de la RTE-T, y cada 100 km en la red global de la RTE-T a partir de 2025, con una cobertura completa de la red que deberá alcanzarse en 2030. Además, deben instalarse estaciones de recarga en zonas de aparcamiento seguras para la recarga nocturna, así como en nodos urbanos para vehículos de reparto.

La infraestructura de repostaje de hidrógeno que puede servir tanto a coches como a camiones debe desplegarse a partir de 2030 en todos los nodos urbanos y cada 200 km a lo largo de la red básica de la RTE-T, garantizando una red suficientemente densa para permitir que los vehículos de hidrógeno viajen por toda la UE. Los puertos marítimos que reciban al menos 50 escalas de grandes buques de pasajeros, o 100 escalas de buques portacontenedores, deberán suministrar electricidad en tierra para esos buques de aquí a 2030. Esto no sólo ayudará a reducir la huella de carbono del transporte marítimo, sino que también reducirá significativamente la contaminación atmosférica local en las zonas portuarias. Los aeropuertos deben suministrar electricidad a los aviones estacionados en todos los puestos de contacto (puertas) para 2025, y en todos los puestos remotos (posiciones de campo) para 2030.