Aunque la economía de la zona euro ha mostrado resiliencia frente a las importantes
perturbaciones económicas de los últimos años, es evidente que ha perdido impulso en los últimos tiempos. Los rumores de recesión en la UE llevan meses llamando a la puerta. Tras la considerable recuperación de 2021 y 2022, se prevé que el crecimiento de la zona del euro se ralentice, hasta situarse en el 0,6 % en 2023. El nivel aún elevado, aunque en curso de moderación, de los precios de consumo de la mayoría de los bienes y servicios ha tenido consecuencias considerables para la economía, a pesar del descenso de los precios de la energía, y la demanda externa no está siendo de mucha ayuda. Al mismo tiempo, el efecto del endurecimiento de la política monetaria se va haciendo patente en la economía, especialmente, en el poder adquisitivo de sus clases medias. De ahí que el Consejo de Ministros de Economía y el Eurogrupo, hayan definido lo que consideran recomendaciones fundamentales a ejecutar por los gobiernos en el primer semestre 2024.