La UE refuerza el diálogo social para impulsar competitividad y empleo de calidad

Los líderes de la Unión Europea y los interlocutores sociales se reunieron en Bruselas para la Cumbre Social Tripartita, un foro de diálogo bianual que reúne a los líderes de las instituciones de la UE y a los representantes de los socios sociales europeos. En esta ocasión, el debate se centró en la necesidad de restaurar la competitividad de Europa como un destino atractivo para la inversión, capaz de generar y mantener empleos de calidad, en un contexto geopolítico cada vez más desafiante. El presidente del Consejo Europeo, António Costa, destacó que el diálogo entre sindicatos y empleadores, tanto a nivel europeo como nacional y local, es un pilar fundamental del modelo social europeo. "A medida que nuestras economías atraviesan profundas transformaciones, este diálogo es más esencial que nunca para fomentar empleos de calidad, impulsar nuestra competitividad y construir un futuro más resiliente y sostenible", afirmó. Por su parte, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, reafirmó el compromiso de la UE con el diálogo social, asegurando que este seguirá siendo una prioridad durante su mandato. "El espíritu del diálogo social europeo está vivo y fuerte, y estamos decididos a mantenerlo así. La economía social de mercado de Europa nunca ha tratado solo de mercados; se trata de personas. Solo podremos reforzar la competitividad de Europa y garantizar que nadie quede atrás si trabajamos estrechamente con los interlocutores sociales", subrayó. En representación de la presidencia rotatoria del Consejo de la UE, el ministro polaco de Asuntos de la Unión Europea, Adam Szłapka, enfatizó la necesidad de que Europa asuma un mayor papel en su propia seguridad. "Nadie tiene un interés más fuerte en la seguridad y estabilidad de Europa que los propios europeos", afirmó, señalando que la seguridad no solo implica fortalecer la defensa y la resiliencia, sino también consolidar a Europa como un líder global competitivo. Para ello, insistió en que "atraer inversiones mientras protegemos y creamos empleos de calidad es esencial para impulsar un crecimiento sostenible e innovador", y destacó que el diálogo con los socios sociales desempeña un papel clave en la formulación de políticas inclusivas y representativas. Desde la perspectiva empresarial, Fredrik Persson, presidente de BusinessEurope, advirtió que "la regulación excesiva, los altos precios de la energía y la escasez de mano de obra continúan frenando a Europa". Explicó que, en un contexto global incierto, es más urgente que nunca fortalecer la base económica de la Unión Europea. Si bien reconoció que iniciativas como el Clean Industrial Deal , las primeras propuestas omnibus y la Unión de Habilidades van en la dirección correcta, aseguró que "no serán suficientes". Subrayó que "solo habrá empleos de calidad si existen empresas de calidad que puedan operar en un entorno favorable a la inversión". Por ello, insistió en la necesidad de "implementar un ambicioso programa de reducción de cargas administrativas y garantizar costos energéticos más bajos", asegurando que los empleadores europeos están dispuestos a desempeñar su papel en este proceso, tal como se comprometieron en el recientemente firmado pacto para el diálogo social europeo. Desde el punto de vista sindical, Esther Lynch, secretaria general de la Confederación Europea de Sindicatos (CES), enfatizó que la Unión Europea debe trazar su propio rumbo mediante una estrategia industrial fuerte que abarque todos los sectores y regiones. "La estabilidad solo se puede garantizar cuando los trabajadores tienen empleos de calidad y salarios más altos", afirmó, destacando que "impulsar las inversiones y los salarios es clave para fortalecer la demanda interna". Además, hizo un llamado a la suspensión total de las reglas fiscales de la UE y propuso la creación de un "instrumento SURE 2.0 " que brinde protección inmediata contra la pérdida de empleos. En su opinión, "no es momento de otorgar cheques en blanco" y, por lo tanto, consideró que todas las empresas que reciban apoyo público deben estar obligadas a generar empleos de calidad a cambio. En el contexto de la cumbre, los interlocutores sociales europeos coincidieron en que la actual situación geopolítica representa un desafío creciente para la Unión Europea, poniendo bajo presión a sus instituciones, Estados miembros, trabajadores y empresas en un momento en el que aún se están recuperando de crisis anteriores y gestionando distintas transiciones. En su declaración conjunta , señalaron que "la única manera de afrontar estos desafíos es manteniendo la unidad y la solidaridad", al tiempo que instaron a tomar medidas para reforzar a Europa como un destino atractivo, competitivo y propicio para la inversión, sin descuidar la protección y la creación de empleos de calidad. Asimismo, llamaron a la Comisión Europea y a los líderes de la UE a "mantener plenamente involucrados a los interlocutores sociales, tanto a nivel europeo como nacional, en todas las deliberaciones relevantes relacionadas con la incertidumbre geopolítica y los procesos de transformación en curso".

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