El anuncio llega pocos días antes de la cumbre entre Latinoamércia y la UE. El devastador impacto de los peligros naturales en América Latina y el Caribe requiere la integración de la reducción del riesgo de desastres en todas las políticas, planes e inversiones. La superposición de emergencias, agravada por el impacto del cambio climático, está dando lugar a una compleja situación humanitaria en la región. Desde 1994, en el marco de su programa de preparación ante las catástrofes, la UE ha invertido más de 344 millones de euros en 640 proyectos, que han llegado a 30 millones de personas y en los que han participado los gobiernos de la región y una gran diversidad de organizaciones y socios. Los proyectos de preparación ante catástrofes apoyados por la UE refuerzan la aplicación del Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Catástrofes. La financiación de la UE liberada para 2023 tiene por objeto hacer frente a las necesidades humanitarias urgentes en toda la región, entre ellas las derivadas de la crisis venezolana, la inseguridad alimentaria, la exposición a peligros naturales, la migración transcontinental, así como las consecuencias de la violencia generalizada, los conflictos y los desplazamientos. Unos 13,5 millones de euros del fondo total se destinan a ejecutar y reforzar programas de preparación para desastres en la región y alrededor de 13 millones de euros se asignan en el marco de la Asociación Programática entre la UE y la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR). El fondo liberado se suma a las asignaciones previstas anteriormente en 2023 de 11 millones de euros para América Central y México, y de 75 millones de euros para Venezuela, con motivo de la "Conferencia Internacional en Solidaridad con los Refugiados y Migrantes Venezolanos y sus Países y Comunidades de Acogida". En lo que va de 2023, el presupuesto humanitario asignado a la región asciende a unos 130 millones de euros.
