Geert Wilders renuncia a ser primer ministro de los Países Bajos

El líder neerlandés de la extrema derecha, Geert Wilders, ha anunciado que ya no será primer ministro de los Países Bajos, porque sus posibles socios de coalición no lo respaldan para formar Gobierno. Tras cuatro meses de negociaciones complejas e infructuosas, el político abiertamente islamófobo, que ganó las elecciones de los Países Bajos el pasado 22 de noviembre, ha claudicado y ha anunciado que renuncia a encabezar el Gobierno.

Aquella fecha marcó el primer triunfo de la ultraderecha en un país del norte de Europa . Pero todos los pasos dados por Wilders no han sido suficiente para ser primer ministro, ya que los partidos con los que estaba obligado a alcanzar un acuerdo no se lo han puesto fácil.

A partir de ahora, se abre una nueva fase de las negociaciones. Las cuatro formaciones que estaban sentadas en la mesa: el Partido por la Libertad de Wilders (PVV); el Partido Popular por la Libertad y la Democracia del primer ministro en funciones, Mark Rutte (VVD); Nuevo Contrato Social (NSC, los liberales de Pieter Omtzigt) y el Movimiento Campesino (BBB, por sus siglas en neerlandés) estaban tratando de acercar posturas para cerrar un Gobierno extraparlamentario formado por tecnócratas. Pero el principal escollo era Wilders, que quería encabezar "un Gabinete de derechas", no de técnicos.

El propio líder ultra anunció en un mensaje que fijó en X que sólo podía convertirse en primer ministro "si todos los partidos de la coalición lo apoyan. Ese no fue el caso".

"Me gustaría un Gabinete de derechas. Menos asilo e inmigración. Lo neerlandeses primero. El amor por mi país y mis votantes es grande y más importante que mi propia posición", concluyó, justificando que se aparta para no impedir la formación del Gobierno.

Wilders ganó las elecciones con el 26% de los votos y 37 escaños en un Parlamento de 150, con lo que no tenía ninguna opción de dirigir el país si no alcanzaba un acuerdo de amplio espectro y con hasta otras tres formaciones. Sólo el pequeño BBB (siete diputados) era partidario de entrar en un Gobierno de coalición dirigido por el ultra.

Tras el anuncio, los medios de comunicación neerlandeses han apuntado que lo más probable es que la negociación ahora continúe ya sin trabas para constituir un Ejecutivo de tecnócratas que no sean diputados e incluso que no pertenezcan a los partidos, que sí los elegirán entre técnicos y personas de prestigio en los diferentes ámbitos.

El mediador del futuro Gobierno -una figura de la política neerlandesa, una especie de negociador entre todas las formaciones-, Kim Putters, había anunciado el día anterior que se iba a producir "un gran avance" para la formación del Gobierno. Parece ser que se trataba de la renuncia de Wilders.

El paso a un lado del dirigente populista es temporal. Como aseguró después en la misma red social, su ambición seguirá siendo convertirse en primer ministro "con el apoyo de aún más neerlandeses; si no mañana, pasado mañana, porque se oirá la voz de millones de neerlandeses".