Estrecho margen en la votación de la posición de la Eurocámara para la Ley de la Restauración de la Naturaleza

Esta vez era la definitiva y finalmente el Parlamento Europeo ha sacado adelante su posición sobre la Ley de la Restauración de la Naturaleza. El texto, que quiere recuperar el 20% de las areas marítimas y terrestres de la UE antes de 2030 había sido víctima de una feroz oposición. 336 votos a favor, 300 en contra y 13 abstenciones. Así de ajustada ha sido la votación que ha permitido que la Ley para la Restauración de la Naturaleza saliera adelante. Ahora los eurodiputados ya tienen un texto negociador con el que empezar a negociar con el Consejo de la UE para poder acordar una ley definitiva.

Los eurodiputados subrayan que restaurar el ecosistema es clave para combatir el cambio climático y la pérdida de biodiversidad, y reduce los riesgos para la seguridad alimentaria. Destacan que el proyecto de ley no impone la creación de nuevas áreas protegidas en la UE ni bloquea las nuevas infraestructuras de energías renovables, ya que añaden un nuevo artículo que subraya que estas instalaciones son, en su inmensa mayoría, de interés público.

El Parlamento destaca que la nueva ley debe contribuir a alcanzar los compromisos internacionales de la UE, en particular el marco mundial sobre biodiversidad de la ONU . Los eurodiputados apoyan la propuesta de la Comisión de poner en marcha medidas de restauración para 2030 que cubran al menos el 20% de todas las zonas terrestres y marinas de la UE.

El Parlamento dice que la ley sólo se aplicará cuando la Comisión haya proporcionado datos sobre las condiciones necesarias para garantizar la seguridad alimentaria a largo plazo y cuando los países de la UE hayan cuantificado la superficie que debe restaurarse para alcanzar los objetivos de restauración para cada tipo de hábitat. El Parlamento también prevé la posibilidad de posponer los objetivos en caso de consecuencias socioeconómicas excepcionales.

En un plazo de 12 meses a partir de la entrada en vigor del Reglamento, la Comisión tendrá que evaluar cualquier diferencia entre las necesidades financieras de restauración y la financiación comunitaria disponible y buscar soluciones para colmarla, en particular mediante un instrumento comunitario específico.