El próximo 9 de junio estamos llamados a las urnas para decidir los representantes en el Parlamento Europeo para la legislatura 2024-2029. Un lustro decisivo para el proyecto comunitario teniendo en cuenta la situación y el contexto mundial e interno de la propia Unión Europea. Convendría, por tanto, que tuviéramos todas y todos claro que nos jugamos en estos comicios, cuál es la agenda de temas prioritarios, problemas reales, desafíos y también oportunidades que debemos afrontar. Lo digo porque es probable que algo tan obvio, se les olvide a los candidatos que van a hacer campaña electoral, instruidos por sus partidos para que los mensajes y debates se planteen en el patio de corrala nacional y en los ruidosos rifirrafes a los que nos tienen acostumbrados. Exigir que nos hablen de su proyecto para Europa es garantizar el proceso democrático y, sobre todo, poder saber a quiénes queremos en las instituciones europeas, que es lo mismo que decir, el lugar donde se toman las decisiones más importantes políticas de nuestro día a día.