El futuro de los cuidados en Europa: un desafío ante el envejecimiento de la población

En 2050, el 25% de la población europea tendrá más de 65 años, un aumento del 44% respecto a 2024. Este envejecimiento acelerado supone un reto sin precedentes para los sistemas de atención y cuidados, que deberán adaptarse para ofrecer servicios de calidad y garantizar el bienestar de las personas mayores y dependientes. ¿Cómo está respondiendo Europa a este desafío? Para analizarlo, hablamos con Rosa Estarás, eurodiputada del PP y vicepresidenta de la Comisión de Derechos de la Mujer e Igualdad de Género del Parlamento Europeo, y con Lourdes Rivera, presidenta de la Asociación de Empresas de Servicios para la Dependencia (AESTE).

Aquí Europa- ¿Cuál es la situación actual del envejecimiento de la población en Europa? Se presenta como un desafío, pero también como una oportunidad. Vivimos más años y tenemos una esperanza de vida alta, pero esto nos obliga a replantear el modelo de sostenibilidad. Rosa Estarás- Ser mayor debe considerarse un derecho, no una cuestión que dependa solo de la iniciativa pública o privada. Es un derecho que debe garantizarse, y para ello es fundamental la colaboración entre las autoridades y el sector público-privado. Los datos indican que cada vez vivimos más años. Esto conlleva un aumento en la demanda de servicios de cuidados. La Unión Europea ha planteado una estrategia europea de cuidados, pero debemos enfocarnos en que la labor del cuidador sea vista como una oportunidad y no solo como una necesidad. Es esencial mejorar sus condiciones laborales, ya que actualmente son precarias, sin estabilidad ni movilidad. Por otro lado, los cuidados deben ser accesibles, asequibles y de calidad. En este momento, no lo son. Existen largas listas de espera y una infraestructura pública muy deficiente. Es urgente fomentar la colaboración público-privada para ampliar la red de servicios disponibles. La tecnología puede ser una gran aliada para mejorar la calidad de vida y permitir que las personas mayores permanezcan en sus domicilios el mayor tiempo posible. Sin embargo, cuando la dependencia es severa, se necesitan más recursos, y actualmente la oferta es muy limitada. Además, la falta de personal cualificado agrava aún más la situación. Este tema debería ser una prioridad, porque Europa aspira a ser el continente del estado del bienestar, lo que implica garantizar derechos fundamentales como el cuidado de nuestros mayores. En la actualidad, muchas familias se enfrentan al desespero de no encontrar recursos públicos suficientes y de no poder costear servicios privados. Lourdes Rivera- Estamos en un momento clave y complejo. La ley de dependencia ha cumplido su mayoría de edad y, aunque las reformas planteadas parecen positivas, no van acompañadas de financiación adecuada. No existe una memoria económica que respalde su desarrollo normativo, lo que genera incertidumbre en el sector. La demanda de servicios es creciente, y coincido plenamente en que no hay recursos suficientes, ni públicos ni privados. Además, cada comunidad autónoma gestiona la dependencia de manera diferente, lo que crea desigualdades. Aunque las competencias sean autonómicas, el derecho al cuidado debería ser el mismo para todas las personas mayores en España. También enfrentamos un problema de inseguridad jurídica. Muchas comunidades autónomas aún deben desarrollar el acuerdo de acreditación, aprobado sin respaldo financiero suficiente. Tomar decisiones en momentos críticos, como el post-COVID, sin evaluar todas las consecuencias a largo plazo, puede llevar a medidas ineficaces. Los retos son muchos. El envejecimiento de la población es evidente y urgente. La profesionalización del sector es clave, ya que el trabajo de cuidador debe dignificarse y valorarse más. Y, como siempre, volvemos a la necesidad de financiación. España dedica menos del 1% de su PIB a este ámbito, muy por debajo de la media de la Unión Europea. 📉🧓 Lourdes Rivera y Rosa Estarás discuten sobre el cuidados de los mayores y el reto demográfico en Europa en nuestro nuevo capítulo de entrevistas 🧓📉

Correspondientes a: @AESTE_oficial y @ppeuropeoo en entrevista con @AquiEuropa y @CanalEuropa

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— Canal Europa (@CanalEuropa) February 20, 2025 Aquí Europa- Señora Estarás, ha mencionado la Estrategia Europea de Cuidados. Desde su experiencia, habiendo gestionado una comunidad autónoma y ahora como legisladora en la Unión Europea, ¿cómo puede la UE contribuir a la estandarización de los servicios, la mejora de la formación y la calidad de la atención a las personas mayores? Rosa Estarás- Abordemos ambos aspectos. En España, la Constitución establece que la sanidad es universal y gratuita, lo que hace que el sistema de salud sea relativamente homogéneo en todo el país, a pesar de estar transferido a las comunidades autónomas. Sin embargo, el ámbito sociosanitario, que incluye la atención a la dependencia, no está dentro de ese marco de gratuidad y universalidad. Esto provoca grandes desigualdades, con comunidades autónomas que cuentan con más recursos y servicios que otras. En un país donde los derechos deben ser iguales para todos, no deberíamos depender de la sensibilidad política de cada presidente autonómico. La Unión Europea ya ha trabajado en este ámbito, con iniciativas como el Libro Verde de la Dependencia, el Año del Envejecimiento Activo o la Estrategia Europea de Cuidados. Además, el Pilar Europeo de Derechos Sociales también aborda estas cuestiones. Un avance importante ha sido la creación de la Comisión de Salud en el Parlamento Europeo, algo novedoso, ya que la UE no tiene competencias directas en sanidad. Sin embargo, tras la pandemia, se ha comprendido la necesidad de coordinar estrategias en salud, digitalización e investigación, especialmente en enfermedades como el Alzheimer. También se ha impulsado una red de ciudades amigables con las personas mayores, para intercambiar buenas prácticas. En el ámbito de la vivienda, es esencial adaptar los hogares a las necesidades de este colectivo. La demanda de vivienda en Europa, y en particular en España, es enorme. En mi comunidad, Baleares, y más concretamente en Ibiza, el déficit es brutal. Este problema afecta aún más a las personas mayores y dependientes. Otro punto clave es el envejecimiento activo. No se trata solo de vivir más años, sino de participar en la sociedad. Se está promoviendo el voluntariado senior y el acceso al turismo accesible, que no solo beneficia a la economía, sino que también contribuye a la salud mental. Además, es fundamental impulsar la formación digital entre los mayores. Cuanto más alfabetización digital tengan, mayor será su calidad de vida. Por último, debemos combatir las desigualdades territoriales. No es lo mismo envejecer en una ciudad que en un pueblo de montaña, donde los servicios son más limitados. La coordinación entre administraciones es clave. En mi labor en las comisiones de Sanidad, Vivienda, Empleo, Asuntos Sociales y Mujer, insisto en la necesidad de dignificar el trabajo del cuidador. Hoy en día, el sector está altamente feminizado, con contratos precarios y salarios bajos, lo que repercute en la conciliación, la brecha salarial y las pensiones. Ahora, precisamente, estoy elaborando un informe sobre la estrategia de cuidados desde una perspectiva de género, para garantizar condiciones laborales justas y el reconocimiento de esta profesión. Aquí Europa- Señora Rivera, desde su punto de vista, ¿qué se le puede pedir al legislador europeo para que impulse soluciones concretas en este ámbito? Lourdes Rivera- Creo que el diagnóstico está claro y, como bien ha señalado, la clave es la transversalidad. Hay muchos aspectos prioritarios, pero lo importante es abordarlos en conjunto. Desde la Unión Europea se está cambiando la perspectiva para ver el reto demográfico no solo como un problema, sino también como una oportunidad. Un ejemplo de ello es el voluntariado activo y el desarrollo de la Silver Economy, que busca aprovechar el potencial de las personas mayores con capacidad adquisitiva y ganas de participar en la sociedad. No hablamos solo de empleo, sino de colaboración y formación en distintos ámbitos. El problema es que, hasta ahora, las propuestas de la UE han sido principalmente recomendaciones y estrategias. Lo que necesitamos es una legislación concreta y bien financiada para que los estados puedan aplicarlas de manera efectiva. Como mencionaba antes, la colaboración público-privada es imprescindible. Ya no es una cuestión ideológica; simplemente, el sector público no puede cubrir todas las necesidades por sí solo. En cuanto a la vivienda, hay que abordar no solo la accesibilidad para las personas mayores, sino también la falta de viviendas asequibles para los propios trabajadores del sector. Los salarios actuales no son suficientes y, si realmente queremos dignificar, profesionalizar y valorar el trabajo de los cuidadores, debemos garantizar condiciones laborales adecuadas en toda la cadena de cuidados. Un estatuto del ciudador europeo Aquí Europa - Y a hemos visto que es un problema complejo, un desafío total para la Unión Europea, para España y para cada comunidad. ¿Por dónde deberíamos empezar? ¿Cuáles serían las primeras medidas a tomar en esta legislatura? Rosa Estarás - Yo apostaría por crear un estatuto del cuidador europeo. Debe haber unos mínimos comunes que todos podamos compartir, un derecho donde se aborden temas como la movilidad, los derechos laborales, la vivienda, la formación en tecnologías, entre otros. Esta sería una gran oportunidad. También deberíamos incentivar a los trabajadores que se especialicen en este sector, de manera que podamos empezar a dignificar este gran problema. Porque, aunque todo el mundo tiene buenas ideas, lo fundamental es la financiación. Todo esto debe ir acompañado de recursos porque las familias no pueden hacer frente a los costos y las empresas, la colaboración público-privada, es esencial. No es un tema ideológico, se trata de cubrir una necesidad. Está claro que la red pública no llega a todo. Deberíamos emplear los fondos europeos del Next Generation para crear una infraestructura pública de servicios y una colaboración público-privada eficaz. Sin embargo, muchos de estos fondos se están usando en otros sectores, que también son importantes, como la industria. Gobiernos, prioricen este tema, porque va a ser una de las cuestiones clave. Es un tema de sensibilidad, pero también de principios y del estado de derecho. Luego, cuando invertimos, los servicios deben ser de calidad. Eso es fundamental: deben ser accesibles, reducir las desigualdades territoriales y garantizar que sean asequibles. Hay que acabar con las listas de espera, con la falta de cobertura y plazas. Por ejemplo, en los países escandinavos, el Estado cubre una parte significativa de los cuidados. Es una cuestión de prioridades. En los presupuestos, debe haber partidas específicas para estos temas. No podemos permitirnos que en algunas regiones de España y Europa, se tenga que prever que, diez años antes de volverse dependiente, alguien se añada a una lista de espera, pudiendo fallecer antes de recibir la plaza. Es absurdo. Lo más grave es que, una vez que alguien se convierte en gran dependiente, no tiene acceso a los servicios. Y las valoraciones de dependencia tardan muchísimo. Casos como el de personas que, cuando se les reconoce el grado 3 de dependencia, ya han muerto. Necesitamos repensar este tema, priorizarlo y llevarlo a cabo con presupuestos, con implicación público-privada. No se trata de ideología, sino de colaboración. Lo mismo ocurre con la educación infantil y la sanidad. Los privados han hecho una gran labor, así que debemos trabajar juntos. En todos los sectores, para poder llegar a todos los territorios, incluidos los desabastecidos. Este es un compromiso no a corto plazo, sino a largo plazo. Los desafíos que enfrentamos requieren reformas legislativas, reformas estratégicas y, por supuesto, financiación. En Europa, podemos apostar por crear un observatorio europeo sobre los cuidados a nuestros mayores. Así, podremos recabar datos, comparar buenas prácticas y, si algo funciona en un país, aplicarlo en otros. Esto nos permitirá crear un marco común europeo con estándares mínimos, cooperando con los Estados miembros. Cuando se trate de dependencia y estos sectores, debemos hacerlo con seguridad jurídica y económica. Lo que ha sucedido muchas veces con la dependencia es que, aunque se promulga una buena ley, luego, cuando se tiene que aplicar, las administraciones (locales, autonómicas e insulares) no cuentan con los recursos necesarios. Entonces, los procesos se alargan y las personas no pueden disfrutar de los derechos a los que tienen derecho. Hay mucho trabajo por hacer, pero si nos enfocamos, podemos avanzar. Yo me voy a volcar con todo mi equipo. Mi jefa de delegación, Dolors Montserrat, que fue ministra de Salud y está completamente comprometida con este tema, también estará muy involucrada. Nos volcamos en este asunto con todo lo que sabemos y podemos hacer. Lo único que tengo que criticar de la Unión Europea es que es muy lenta, lo que es frustrante. Los procesos deberían ser más ágiles, porque si no, la gente perderá la fe en nosotros. Aquí Europa - Señor Rivera, ¿cuál es la visión del sector y qué prioridades deberían marcar la agenda? Lourdes Rivera : En cuanto al sector, creemos que las administraciones, en un sentido amplio, realmente no conocen el alcance de la situación. Muchas veces, ni la sociedad es consciente del problema, hasta que ocurre algo grave. La dependencia y los recursos para residencias o centros de día son temas que solo se abordan cuando ya hay una crisis, pero no se entiende el verdadero impacto. Además, hay una falta de perspectiva positiva sobre lo que esto implica: hablamos de creación de empleo, de recursos para la conciliación del cuidador informal, que generalmente son mujeres. Es un empleo no deslocalizable, es estable, y eso significa economía, ingresos, impuestos. Lo fundamental aquí es la coordinación. Podemos hablar de coordinación sociosanitaria, pero eso es solo una parte del problema. En España, por ejemplo, tenemos la ley de desindexación, que no actualiza los precios de las plazas con el IPC cuando se trata de contratos de colaboración pública. También tenemos ratios de atención diferentes en cada lugar. A mí me parece bien aumentar los ratios, pero la realidad es que no hay suficientes profesionales. Debemos fomentar la tecnología, la telemedicina, pero hay cosas que no se pueden sustituir. Está claro que esto es un trabajo de personas, pero necesitamos una mejor coordinación entre las áreas de economía, hacienda y trabajo. Sé que es muy difícil, pero debemos seguir luchando. Aquí Europa - No es solo una cuestión de "Reyes Magos", es responsabilidad de la Unión Europea, que debe garantizar el servicio y dotar los recursos necesarios. Rosa Estarás - Mi experiencia me dice que, si colocas a un vicepresidente o presidente con un alto rango y alguien que realmente crea en este tema, se pueden dar instrucciones claras a todos los ministros y consejeros. Esto nos permitirá avanzar rápidamente y actuar con decisión. Pero debe haber un compromiso real con la causa, alguien que diga: "Esta es una prioridad". Lourdes Rivera - En sanidad y servicios sociales, con la falta de profesionales sanitarios, algunas residencias ofrecen servicio médico 24 horas. Sin embargo, eso no siempre es necesario si se coordina adecuadamente. Actualmente, estamos duplicando muchos servicios, lo cual genera ineficiencias.

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