La campaña de las europeas transcurre sin grandes novedades y gira principalmente sobre un eje político: si el PP europeo como vaticinan las encuestas vence, ¿seguirá pactando con socialistas y liberales o se abrirá a formar alianzas con la ultraderecha? Durante décadas las mayorías en las instituciones europeas se han construido sobre la base de acuerdos entre el centro derecha, el centro izquierda y el centro. En esta ocasión la posibilidad de fuerte caída de los liberales y el ascenso de las fuerzas de la ultraderecha en muchos países de la Unión, ha abierto el melón de la conveniencia o no de darles entrada en el juego de tronos de Bruselas. El Partido Popular europeo ha mantenido hasta ahora una suerte de cordón sanitario en torno a las fuerzas ultras, que plantean un cambio profundo del modelo del proyecto común europeo y que, además, vulneran sus principios fundamentales allá donde han llegado al gobierno. Sin embargo, hay un personaje y su partido político que amenazan con hacer saltar esas líneas rojas de los populares: se trata de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni y su Fratelli Italia.