El Consejo aprueba reforzar las medidas contra la ciberseguridad

Con el ciberespacio como campo de competencia estratégica, aumentan los riesgos para la seguridad y la defensa de la UE en un momento de crecientes tensiones geopolíticas y dependencia de las tecnologías digitales. En este contexto, el Consejo ha aprobado hoy unas conclusiones sobre ciberdefensa en las que se subraya la necesidad de que la UE y sus Estados miembros sigan reforzando su resiliencia para hacer frente a las ciberamenazas y aumenten su ciberseguridad y ciberdefensa comunes frente a comportamientos malintencionados y actos de agresión en el ciberespacio.

Las conclusiones de hoy acogen favorablemente la Comunicación conjunta de la Comisión Europea y de la Alta Representante sobre la política de la UE en materia de ciberdefensa, de noviembre de 2022, y subrayan la importancia de invertir sustancialmente, tanto individualmente como en colaboración, en una mayor resistencia y en el despliegue de capacidades de ciberdefensa defensiva de espectro completo. Los marcos de cooperación y los incentivos financieros de la UE pueden tener una importancia clave en esta perspectiva.

En consonancia con la Brújula Estratégica, las conclusiones invitan a los Estados miembros y a otros actores pertinentes a actuar juntos en pro de una ciberdefensa más sólida, reforzando la cooperación y la coordinación dentro y fuera de la UE, entre las comunidades cibernéticas militar y civil y entre el ecosistema público y el privado de confianza. El Consejo acoge favorablemente la propuesta de creación de un Centro de Coordinación de Ciberdefensa de la UE para mejorar la coordinación y el conocimiento de la situación, en particular de los comandantes de las misiones y operaciones de la UE, y reforzar la arquitectura de mando y control de la UE en sentido amplio.

El Consejo anima a los Estados miembros a asegurar el ecosistema de defensa de la UE mediante un mayor desarrollo de sus propias capacidades para llevar a cabo operaciones de ciberdefensa, incluidas, cuando proceda, medidas defensivas proactivas para proteger, detectar, defender y disuadir de los ciberataques. La UE y sus Estados miembros deben reducir sus dependencias estratégicas en todas sus capacidades y cadenas de suministro, así como desarrollar y dominar las tecnologías punteras de ciberdefensa. Esto incluye reforzar la base tecnológica e industrial de la defensa europea.

Además, el Consejo insta a los Estados miembros a que inviertan en capacidades interoperables de ciberdefensa, incluso mediante el desarrollo de un conjunto de compromisos voluntarios para el ulterior desarrollo de las capacidades nacionales de ciberdefensa, y aprovechando al máximo las oportunidades de investigación en colaboración a escala de la UE. El Consejo reconoce asimismo el beneficio directo de los proyectos de colaboración a escala de la UE para apoyar el desarrollo de las capacidades nacionales de ciberdefensa. Por otra parte, el Consejo invita a los Estados miembros a abordar el importante déficit de competencias en materia de ciberseguridad, aprovechando las sinergias entre las iniciativas militares, civiles y policiales.

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