La Comisión Europea presentará su informe sobre los países que están esperando a la cola para entrar en la UE a finales de octubre. Pero antes, la UE tiene deberes por hacer. ¿Qué debe cambiar en el bloque? 2030: este es el año en el que el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, quiere integrar a los países de los Balcanes Occientales o a Ucrania y Moldavia en la Unión Europea. Pero no es tan sencillo. Su propuesta fue recibida de forma fría al otro lado de la rue de la Loi. En la sede de la Comisión Europea, el Berlaymont, insistieron que el proceso tenía que estar basado en el mérito. Pero incluso sin una fecha fija todos están de acuerdo en que la UE tiene cosas que cambiar antes de ampliarse. ¿Cuáles son? En Bruselas ya se escucha que gobernar a una Unión de 27 países es complicado pero hacerlo con una que cuenta con más de 30 miembros es casi imposible. Una de las primeras demandas de muchos países, incluída Alemania, Francia o España, es acabar con el sistema de votaciones por unanimidad que permite que cualquier país tenga derecho a veto. Esta medida, que puede servir para ayudar a que los países más pequeños y con menos poder de negociación política tengan voz en Bruselas, se ha usado como arma por otros. Concretamente Polonia y Hungría, que han bloqueado multiples negociaciones en los últimos años. Una de las soluciones sería apostar por el sistema de votación qualificada, ya usado en varias de las negociaciones e implantarlo en todas ellas. Pero para hacerlo se debería convencer a todos los países. Otro de los retos sería el económico. En 2004, con la gran ampliación hacia el Este, varios de los países que tradicionalmente habían recibido la mayoría de los fondos europeos ya vieron como sus partidas se reducian en favor de países más pobres. Esta vez puede suceder lo mismo, pero de forma aún más intensa. Ucrania, uno de los países que está a la cola, tiene una extensión mayor que cualquier otro país de la UE. Además de ser emminentemente agrícola. Así que la UE deberá analizar de dónde saca el dinero y si los países están dispuestos a aportar más a la hucha comunitaria.
