Arranca la audiencia del caso Google contra la Unión Europea por la multa récord de más de 4.000 millones de euros

La audiencia del el caso que enfrenta al gigante tecnológico Google y su matriz Alphabet contra la Comisión Europea comenzó este martes, una disputa centrada en la multa récord de 4.500 millones de euros impuesta en 2018 por presunto abuso de posición dominante. Tras una investigación exhaustiva y numerosas quejas en 2018, la Comisión Europea concluyó que Google había abusado de su posición dominante en el mercado. La investigación se centró en el sistema operativo Android, presente en cerca del 80% de los smartphones en Europa en ese momento. La Comisión determinó que Google había impuesto cláusulas contractuales desleales a fabricantes de dispositivos y operadores de redes móviles desde 2011, favoreciendo injustamente a su motor de búsqueda, Google Search. Estas prácticas, según el organismo, consolidaron la posición dominante de Google en el mercado de búsquedas online y limitaron la competencia, perjudicando tanto a los consumidores como a las empresas rivales. Como resultado, la Comisión impuso una multa sin precedentes de 4.300 millones de euros (4.500 millones de dólares), la mayor sanción de este tipo en la historia europea. Google apeló la decisión inicial ante el Tribunal General de la Unión Europea. En 2022, este tribunal respaldó la mayoría de las conclusiones de la Comisión, aunque anuló parcialmente una parte del caso relacionada con acuerdos de reparto de ingresos, lo que resultó en una reducción de la multa a 4.125 millones de euros. Insatisfecha con este resultado, Google llevó el caso al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), cuya Segunda Sala comenzó a escuchar la apelación esta semana. Los abogados de Alphabet argumentaron que la Comisión Europea cometió errores en su investigación y no valoró correctamente el éxito de Android, que, según ellos, se debe a la innovación y no a prácticas abusivas. La decisión final del TJUE, que se espera en los próximos meses, podría tener repercusiones no solo para Google, sino también para la regulación antimonopolio en Europa. Este caso sienta un precedente en la forma en que las autoridades europeas regulan a las grandes tecnológicas, marcando un punto crítico en la relación entre Silicon Valley y Bruselas. Esta multa forma parte de una serie de acciones que han tensado las relaciones entre la Unión Europea y las grandes tecnológicas estadounidenses. Representantes de empresas como Google han criticado estas sanciones, mientras que el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, las calificó como una "forma de impuestos" contra empresas de su país. Mientras tanto, Google sigue defendiendo que sus prácticas comerciales están orientadas a beneficiar a los consumidores y promover la innovación.

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