La declaración de la cumbre acaba con una mínima condena a la guerra en Ucrania y sin Nicaragua

La cumbre entre la UE y los países de la CELAC ha acabado este martes tras dos días en los que los dos bloques han tratado de ponerse de acuerdo sobre si condenar y de que forma hacerlo la guerra en Ucrania. Finalmente la solución ha pasado por una mención a la guerra contra Ucrania que, aun así no ha conseguido el apoyo de Nicaragua. Con un retraso de varias horas y con una negociación que ha sido mucho más larga de lo esperado, así se ha cerrado la primera cumbre entre los países de América Latina y los de la Unión Europea en Bruselas tras ocho años sin reunirse. Una de las claves de la cumbre ha sido la dificultat en conseguir una declaracion en la que mencionaran o condenaran la guerra en Ucrania. Finalmente se ha podido acordar un texto que, pese a la débil condena, no ha conseguido la aprobación de Nicaragua. Algo que se ha mencionado en una nota al pie de la declaracion.

"Expresamos nuestra profunda preocupación por la guerra en curso contra Ucrania, que sigue causando un inmenso sufrimiento humano y está exacerbando las fragilidades existentes en la economía mundial, limitando el crecimiento, aumentando la inflación, perturbando las cadenas de suministro, aumentando la inseguridad energética y alimentaria y elevando los riesgos para la estabilidad financiera", apunta el texto aprobado en la declaración.

Durante los dos días de la cumbre la UE también ha anunciado que destinará 45.000 millones de euros, unos 10.000 millones de la Comisión Europea y el resto de diferentes Estados miembros, a varios proyectos concretos como por ejemplo los relacionados con la transición energética. "Reconocemos la contribución potencial de la Agenda de Inversión de la Pasarela Global UE-ALC, que abordará las lagunas de inversión en consonancia con las prioridades comunes de la UE y de América Latina y el Caribe, con el objetivo de movilizar tanto capital privado como financiación pública para eldesarrollo sostenible, incluida la transformación digital, la educación, las infraestructuras sanitarias, la energía, producción, perspectivas medioambientales, materias primas y cadenas de valor locales", apuntaba el texto.

Además, los líders latinoaméricanos tambien han conseguido una mención a la relación desigual entre los dos bloques y al pasado colonial. "Reconocemos y lamentamos profundamente el indecible sufrimiento infligido a millones de hombres, mujeres y niños como resultado de la trata transatlántica de esclavos. Subrayamos nuestro pleno apoyo a los principios y elementos conexos contenidos en la Declaración y el Programa de Acción de Durban, incluido el reconocimiento de que la esclavitud y la trata de esclavos, incluida la trata transatlántica de esclavos, fueron tragedias atroces en la historia de la humanidad, no sólo por su aborrecible sino también por su magnitud, su carácter organizado y, sobre todo, su negación de la esencia de las víctimas y que la esclavitud y la trata de esclavos son un crimen contra la humanidad", dice el texto. Aunque no se ha conseguido acordar reparaciones.