360 grados: Alemania incumple el Pacto de Asilo y Migración, mientras Países Bajos y Hungría pretenden la evasión

LA RENUNCIA AL PACTO Estas iniciativas reflejan el creciente auge de fuerzas políticas de derecha en Europa, que han presionado por una mayor limitación de la inmigración. En el caso de Alemania, el gobierno de Olaf Scholz ha endurecido los controles fronterizos en respuesta al aumento de la inmigración y la presión política interna. Aunque la medida tiene como objetivo gestionar mejor los flujos migratorios, ha tensado las relaciones con vecinos como Austria y Polonia, que critican la política alemana y están tomando medidas similares en represalia. Este enfoque pone en riesgo la unidad europea. Por su parte, el gobierno de los Países Bajos, que incluye a partidos de derecha radical, ha implementado el sistema de asilo más estricto de su historia. Así, han reducido la reunificación familiar, limitando la admisión de refugiados y ampliado las condiciones bajo las cuales los solicitantes de asilo pueden ser expulsados. Además, están liderando un esfuerzo para que los Países Bajos sean excluidos de las regulaciones europeas sobre asilo, una acción sin precedentes dentro de la UE. En Hungría, el ultraderechista gobierno de Viktor Orbán, que ya implementaba políticas estrictas en la frontera, se ha visto fortalecido por el cambio de rumbo de otros países. Su postura, que ha sido criticada por sus violaciones a los derechos de los solicitantes de asilo, ahora es cada vez más compartida por otras capitales europeas. Estas posturas reflejan un movimiento que vira ya hacia la protección de las fronteras nacionales y la soberanía, alejándose de un enfoque común de la UE en la gestión de la inmigración, a pesar de que el Pacto de Migración y Asilo buscaba, en su momento, establecer un sistema de solidaridad. POSIBLES CONSECUENCIAS Por lo pronto, hasta que el pacto no entre en vigor y el conjunto de sus cinco reglamentos no tenga consecuencias legislativas, la responsabilidad radica en los Estados miembros, a la hora de determinar cuáles serán sus directrices en materia de migración irregular. Pues hay que recordar que el pacto no es relativo a la migración –en general–, sino a la inmigración que llega de manera irregular y, más concretamente, a la parte de esta que solicita asilo. Volviendo a las competencias de los Estados, si bien está en sus manos la aplicación, las decisiones deben seguir la línea de la Unión. Y es que el 11 de junio de 2024 se pusieron en funcionamiento los instrumentos jurídicos y hasta dentro de dos años no entrarán en aplicación. La pretensión de la Comisión era, hace unos meses, negociar con los Estados miembros asegurándose de que las infraestructuras necesarias para aplicar los reglamentos que entrarán en vigor en 2026 estuvieran listas. No obstante, los primeros pasos de las negociaciones traían consigo las sospechas de algunos países, que se posicionaron al frente de la Comisión con intenciones políticas de incumplir el pacto. Las mayores reticencias vinieron entonces de Hungría y Polonia –que todavía no se ha manifestado–, además de las confrontaciones con el primer receptor de asilado en la UE, Alemania. Por otra parte, “la exigencia del Gobierno holandés a solicitar una exclusión voluntaria de la política migratoria europea no lleva a ningún sitio", asegura la eurodiputada Birgit Sippel (SPD), quien ayudó a elaborar el pacto migratorio. Cree que habría que incluir una cláusula de no participación en el Tratado Europeo, que sólo puede cambiarse por unanimidad, y duda que otros Estados miembros permitan a Países Bajos actuar solo. Lo mismo se aplica, por supuesto, a Hungría. Estos dos países podrían requerirlo al Consejo Europeo, pero se trata de un proceso largo que, en última instancia, tendría que ser aprobado por los demás Estados miembros y el Parlamento en un proceso de ratificación. Anitta Hipper, portavoz de la Comisión de la UE, señaló en Bruselas que Países Bajos y Hungría están naturalmente sujetos a la legislación europea vigente y están obligados a cumplir plenamente las normas de asilo. Por lo que se prevé complicada la escisión completa de las normas, sino por una rebelión que conjeturo fuertemente castigada. EL ORIGEN Y LA CONCLUSIÓN Efectivamente, el pacto ha supuesto así el origen como la conclusión de los sucesos que están ocurriendo en la UE estas últimas semanas. Desde la insurgencia alemana hasta la decisión sin precedentes de un miembro fundador como Países Bajos. El pacto, que obtuvo grandes críticas por parte de las asociaciones y organizaciones europeas que defienden los derechos de los refugiados, contiene matices que incitan a la repelencia de los inmigrantes irregulares o –por ser eufemístico– a su más diligente repatriación. Y más allá de aliviar las tensiones que había entre la Unión y los Estados más cercanos a las políticas restrictivas en materia de migración, parece que estos han visto una oportunidad perfecta para desasirse de las obligaciones institucionales que unen a los países del viejo continente. Viendo una suerte de señal de debilidad en la administración y aprovechando el timing para tomar partido a su favor.

360 grados: Alemania incumple el Pacto de Asilo y Migración, mientras Países Bajos y Hungría pretenden la evasión

Países de la UE como Alemania, Países Bajos y Hungría, han adoptado en los últimos meses políticas más restrictivas en sus fronteras y se están distanciando del Pacto de Migración y Asilo de la Unión.

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