Los europeos hemos hablado depositando su papeleta en las urnas para elegir a los nuevos representantes del Parlamento Europeo EN la legislatura 2024-2029. Y lo primero que podemos decir, es que lo han hecho pocos, aunque eso sí, no menos de los que lo hicieron hace cinco años. La participación ha sido muy levemente superior a la de entonces alcanzando el 51%. Es decir, uno de cada dos europeos no se ha pronunciado sobre la opción política que desea para dirigir el futuro cercano de la Unión Europea. Pero aun hay algo más preocupante, la mayoría de los votos han tenido que ver con claves de política interna de cada Estado miembro y no por los problemas, retos o desafíos de la agenda política europea. El resultado del escrutinio deja un buen número de reflexiones y unos cuantos terremotos políticos nacionales, empezando por las elecciones legislativas anticipadas en Francia, la tremenda debilidad del Gobierno semáforo alemán o la crisis de gobierno en Bélgica por la dimisión de su primer ministro.